TRABAJADORES
Quizá este sea el primer número
de AHORA suscitado por una acción callejera. Sucedió una noche de marzo en la
que un lector de esta revista paseaba por las inmediaciones de un instituto de
Pamplona famoso porque de él proceden, según publicaba en 2013 el diario El
Mundo, el veinte por ciento de los detenidos por terrorismo y violencia radical
en Navarra. En un muro frente a una de
las puertas principales se podía leer: “Auzolan”, en letras negras, trazadas
con aerosol. La pintada estaba firmada, en rojo, con las características aspas
que son la bandera del carlismo. Auzolan significa, en vasco, trabajo vecinal.
Se trata del trabajo que en determinado momento del año hacen los vecinos para
la comunidad o en los terrenos comunales del pueblo. Entre los vascoparlantes “auzolan”
es una palabra extendida para hablar también del trabajo en grupo realizado
para provecho de todos. Fue sorprendente el hallazgo, sin duda, aunque, si se
piensa bien, tiene lógica que la bandera de las tradiciones sea el estandarte
de quienes reivindican, en tiempos de individualismo y búsqueda desenfrenada
del beneficio, los trabajos justos y generosos. Incluso hoy, que está tan poco
extendida esta práctica, y ha desaparecido de muchos pueblos, tiene más sentido
que nunca esta reivindicación frente a otras opciones que están verdaderamente
anquilosadas, como el sindicalismo de partido o el lenguaje de los tiempos de
la revolución industrial. El espíritu del trabajo en común estuvo tan vivo que
aún permanece entre nosotros y quizá, esto corre a cuenta de todos los valientes,
pueda inspirar futuras empresas. Aquella pintada hallada en un día de marzo fue
fotografiada y se convirtió en invitación audaz para algunos articulistas de
AHORA que decidieron responder al reto que les planteó la redacción de la
revista: hablen del trabajo, en general y en concreto, preparen algo para el
primero de mayo, respondan a las inquietudes que la actualidad de trabajo pueda
generar en nuestros lectores. El resultado lo tienen ustedes delante.