miércoles, 1 de julio de 2015

NÚMERO 135 / JULIO-AGOSTO 2015

ESPAÑA REGIONAL
Los que desde las doctrinas liberales se oponen al desmembramiento de nuestra Patria alegan algo tan sin sentido como que “España es una nación de naciones”. No importa que la nación sea uno de los conceptos de Derecho Político más imprecisos, que nadie pueda dar una definición de nación que tenga un valor universal. La doctrina liberal imperante dice que en la nación, que es dueña absoluta de sus destinos, reside la soberanía.

En AHORA nos importa muy poco si España es, o no, nación. Vamos a la realidad: España existe. Es algo que no puede negar nadie con sentido común. Su paso por la historia lo acredita. La unidad de España se basa en la historia; es decir: en lo vivido España es un conjunto de pueblos que, unidos por la Fe en el mismo Dios y la lealtad al mismo Rey, ha desempeñado un  papel fundamental en la historia de la humanidad. Las dudas sobre la identidad de España han surgido cuando se ha prescindido la Fe en el mismo Dios y nos han impuesto como reyes a los miembros de una dinastía sierva de la Revolución.

España siempre ha sido varia. Lo han exigido el clima y la geografía, en las regiones que la constituyen. Esa variedad no ha sido obstáculo para la fundamental unidad. Unidad que se ha reforzado por la aparición de vínculos de vida, que hoy sería difícil y doloroso romper. 

El liberalismo, en sí, implica una ruptura de vínculos, en todos los órdenes de la vida. Juntémoslo a las tensiones que nacen de sus formas de gobierno y ahí tenemos el separatismo. Las regiones tienen una vida propia y desconocer esta realidad con formas centralistas de gobierno es una forma absurda de gobernar y una fuente de tensiones que a muchos les ha llevado a exigir la independencia.

La solución no está en el centralismo jacobino. Tampoco en las actuales autonomías, que no son sino reproducciones del centralismo a nivel regional. La solución está en volver a los principios que fundamentaron nuestra unidad y a las formas políticas que, respetando nuestra variedad, proporcionaron a los españoles una auténtica libertad.

Tema de portada:
Nuestros articulistas Santiago Arellano, Javier Barraycoa, Carlos Ibáñez Quintana, José Miguel Orts, Zortzigarrentzale y Pablo Sagarra reflexionan sobre España y sus regiones. Los territorios vascos, catalanes y valencianos merecen una atención especial en este número, en el que también se habla del reparto de las competencias autonómicas y los conciertos económicos.

Actualidad:
Entrevista a Josep María Ortiz Frigola, seminarista y misionero en Perú
Necesitamos una urgente hoja de ruta, por Antonio Rivero
Prefiero el paraíso, por Alba Vilaplana

Páginas centrales: Pizarro y el intento de conquistar China, por Miguel Angel Bernáldez

Vida Tradicionalista:
Valoración de los resultados de las elecciones municipales y autonómicas
Charla-coloquio "Un análisis electoral desde la tradición"
La oposición al Alarde Tradicional le cuesta a EH Bildu tres concejales en Hondarribia

Los carlistas valencianos peregrinan a Novelda.
Los carlistas navarros en San Miguel de Aralar

Navarra en el mundo. (Iniciativa Cultural Recuerdo).
Andalucía. ¿Qué hacer en tiempos de crisis?

Historia y Cultura:

El voto femenino en Vázquez de Mella, por Raimundo de Miguel
La vida que une, por Nicolás de Saracho
(Historia). Apuntes para conocer el Reino de Valencia, por Luis Ignacio Amorós
(Historia). La ikurriña, ¿bandera de Euskal Herria?
(Historia). Las señas de identidad vascas
(Ficción). Entrevista a un líder político alternativo, por Zitro II
Y los sueños, cine son. por Pablo Úrbez

Varios:
Que alguien haga algo. Por Javier Garisoain
BAZAR CARLISTA
AGENDA.


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